Sopesando algunos pequeños cambios que he hecho últimamente, me he dado cuenta que sin saberlo he salido de mi zona de confort al pedir el traslado al nuevo centro en mi trabajo. Este hecho me ha dado ánimos pues los primeros días siempre son extraños. Empezar en un nuevo lugar te hace sentir inseguro, diría que hasta un poco imbécil. En muchos momentos me he preguntado a mí misma "¿y a ti quién te manda cambiarte, espabilada?". La inseguridad hace que tu ego te ataque duramente poniendo en tela de juicio lo que hace unos meses tenías muy claro.Sin embargo hoy tras la charla con un colega he conseguido verlo desde otro punto de vista y de repente todo ha cobrado sentido al recordar lo que hace tan solo unos días leí en el libro del señor Puig. He salido de mi zona de confort porque no quiero acomodarme en lo conocido. Quiero probar cosas nuevas, verme en un contexto distinto, experimentar una manera distinta de trabajo. Así conseguiré desarrollarme más como profesional y como persona. La esperanza de que voy aprender mucho nunca la había perdido. Solo necesitaba recuperar la ilusión por lo desconocido.
Algunas citas del libro Reinventarse, tu segunda oportunidad.
"En algunas ocasiones, aferrarnos a una zona conocida puede impedirnos adentrarnos en otros espacios de descubrimiento y evolución"
"Nos hemos olvidado de quiénes somos en realidad y hemos adoptado una nueva identidad que, como no se corresponde con nuestra realidad, nos deja siempre, tengamos lo que tengamos, con una sensación de vacío interior. [...] Por eso, el entrenamiento que verdaderamente ofrece resultados no es el que nos ayuda a mejorar nuestra falsa identidad para que seamos como nosotros u otros pensamos que deberíamos ser, sino aquél que nos ayuda a trascender esa misma identidad para reecontrarnos con quienes somos en realidad"
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